lunes, 22 de julio de 2013

La trilogía maldita de Sorkin

¿Empieza la segunda temporada de The Newsroom con una disculpa? A mí me parece que sí. El capítulo arranca con una retahíla de frases condicionales (“qué hubiera pasado si…”) que suenan a revisión de errores pasados. ¿En qué nos hemos equivocado? Esa idea se lanza en los primeros cinco minutos y sienta el tono del episodio. Están todos más calmados, más serenos; igual de resabiados que siempre, eso es lo que más nos gusta, pero mucho menos agresivos. Incluso Will McAvoy, desde su atalaya, tiene una actitud contrita. Sigue siendo ese locutor soberbio y prepotente, pero ya no le notamos mad, mad as hell como el año pasado. Algo ha ocurrido. Algo gordo.
De todo lo que fallaba en la primera temporada de The Newsroom, y era bastante, la manera anárquica, desganada y displicente de contar la historia era lo que separaba a ésta de las grandes obras de Sorkin. No pasa nada. Podemos admitir que The Newsroom es un producto menor de uno de los grandes autores contemporáneos. Esto no implica que haya perdido el mojo, que ya no le salga o que esté en decadencia. Cualquier cosa que Sorkin haga siempre ofrece unos mínimos muy por encima de la media. A sus más fieles perrillos, entre los que me cuento, nos cuesta asumir que no siempre acierta, igual que la legión de resentidos que nunca le han soportado se frotan las manos en cuanto pincha en hueso.
Sigo pensando que esta fábula sobre el poder y los medios de comunicación que visita cada cierto tiempo le funcionó mucho mejor en el ambiente deportivo (Sports Night, 1998) y del entretenimiento (Studio 60 on the Sunset Strip, 2006). La metáfora era mucho más sutil y la arenga menos contundente, más elegante. Pero hay otra cosa que une a esta trilogía de la tele dentro de la tele: el fracaso. Ninguna se ha ajustado a lo que se demandaba de ellas en su momento. Sports Night se adelantó a su época proponiendo una dramedia que plantaba cara al encorsetamiento de la sitcom y Studio 60 hizo de su capa, un sayo, ignorando las demandas de la tele en abierto; ambas se empeñaban en romper los ritmos, querían ser cable todo el rato. Pagaron cara su rebeldía con unos datos de audiencia desastrosos. The Newsroom no ha de adaptarse a ningún esquema; HBO le concedió carta blanca y, sin embargo, es la más convencional de las tres. Sorkin tienen una nueva oportunidad con estos diez episodios de encontrar pulso, alma y personalidad para The Newsroom, eso que la haga especial, que la distinga de sus predecesoras y que nos haga sentirnos orgullosos a los cuatro que la veamos.
The Newsroom se emite en V.O.S en CANAL+2 los lunes a las 23.30h.

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