martes, 26 de marzo de 2013

La resurrección de los muertos

Pero como aún se resistían a creerlo, a causa de la alegría y el asombro, les dijo: «¿Tenéis algo de comer?»
Lucas, 24, 41.
Como si volvieran de echarse una siesta, los muertos se levantan con hambre. No me refiero sólo al apetito voraz de los zombies canónicos. También los aparecidos de Les Revenants tienen como primer impulso vital restaurado lo de echarse algo a la boca. En una emocionante escena justo al principio de la serie, una madre que perdió a su hija en un accidente de autobús cuatro años atrás entra en su cocina y se encuentra a la adolescente como si nada hubiera pasado, acodada en la encimera, preparándose un sándwich. En el gesto petrificado de la mujer, en la tristeza infinita de sus ojos, podemos adivinar el miedo, no a estar viendo un fantasma, sino a todo lo contrario: a que esta situación cotidiana, convencional, ordinaria sea otro sueño que se desvanecerá en cuanto se despierte. Pero, afortunadamente para ella, Camille, su niña querida, ha vuelto del más allá. Como otros tantos paisanos.
En la pequeña población en la que transcurre Les Revenants los muertos han empezado salir de sus tumbas. No en tromba, son sólo unos pocos, pero no sabemos por qué. Vuelven como se fueron, con la misma ropa, edad e intenciones que tenían en el momento de fallecer, y no todos son una cría de quince años ni tienen una madre amantísima deseosa de darles la bienvenida; por haber, hay hasta un asesino. Les espera la vida que continuó sin ellos, cuatro, diez, treinta años después. La interesante pregunta que plantea Les Revenants no es qué hay más allá de la vida, sino qué hubo más allá de la muerte y, tanta palabrería sobre el espíritu, las almas y estarás conmigo para siempre, cuando alguien se muere y te acostumbras a vivir sin él, puede ser muy inoportuno que regrese.
Frente a la simpleza ontológica y narrativa de una serie como La Biblia (que ha replicado en Antena 3 su apabullante éxito en Estados Unidos, y que echa a perder su magnífico origen literario, divertidísimo también desde una óptica secular), Les Revenants es un excitante revulsivo para reflexionar sobre la manera en que los humanos nos relacionamos con la vida, la muerte, la realidad y la fe. Todo esto al servicio de una hipnótica trama de misterio. Envuelta en una atmósfera tan atractiva como espeluznante, Les Revenants es un magnético laberinto en el que uno busca desesperadamente la salida.
NOTA: Esta semana estuve en Adictos al espectáculo de TODORADIO FM conAlfredo L. Zamora y Javier Suárez Ruiz hablando de Les Revenants y otros casos de muertos vivientes en la tele y el el cine. Puedes escuchar el programa AQUÍ.

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